Mécacyl fabrica y comercializa un principio de lubricación único en el mundo con el que se puede pasar de una superficie «cristalina» a una «superficie laminar» y por tanto de una fricción a un deslizamiento casi perfecto en todos los sistemas en los que se produce fricción de metal con metal.
Gracias a Mécacyl se puede ahorrar carburante y dinero. Además, ahorrando carburante también se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin olvidar que esto representa entre un 8 % y un 15 % DE AHORRO DE CARBURANTE, es decir entre 100 € y 180 € de ahorro medio entre dos cambios de aceite a 10.000 km.
Mejora del rendimiento
- Del par, de la potencia y de la aceleración.
- Evita las reacciones endotérmicas.
- Transferencia «fría» entre pistón y cilindro.
- Elimina los chasquidos, el traqueteo y la inestabilidad de las explosiones. Con Mécacyl, esto se traduce en una mejora continua del rendimiento, en una suavidad sorprendente y en aceleraciones decisivas.
Reducción del consumo de energía
- Hasta un 15 % de ahorro en motores térmicos.
- Hasta un 45 % de ahorro en sistemas electromecánicos.
Durabilidad y fiabilidad
- Estabilización de la disponibilidad mecánica en torno al 95 % o 98 %, según el motor.
- Las revisiones detalladas, de tipo TBO, se pueden atrasar hasta 4 veces e incluso más según el entorno de funcionamiento.
- Reducción de la oxidación gracias a la deacidificación del aceite (de 1,826 a 0,626, por ejemplo).
Silencio y suavidad
- Mejor deslizamiento metal con metal.
- Silencio de funcionamiento.
- Eliminación de la vibración.
Reducción del desgaste
- Ausencia de fricción, desgaste y vibración.
- Reducción de la tensión y del esfuerzo mecánico.
- Reducción característica de la inercia en frío del orden del 45 %.
- Mínimo trabajo «electrónico» para los grupos accionados electrónicamente.
Combustión perfecta y reducción de la contaminación
- Como el aceite se quema menos, se pueden reducir notablemente los hidrocarburos hasta casi anularlos.
- La contaminación con óxido de carbono (CO) es casi nula.
- La contaminación de CO² se reduce entre un 15 % y un 20 %.
- La contaminación de óxidos de nitrógeno (NOx) también baja.
- Los gases de escape están más calientes y, por tanto, el carburante se quema mejor (protección válvulas EGR y FAP).
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